Reconstruir el alma de las mujeres y de la sociedad
La Asociación de Mujeres Víctimas Cabezas de Familia es una organización autogestora conformada oficialmente en el año 2008 y que tiene personería jurídica.
En su inicio estuvo integrada por 15 mujeres que después del conflicto armado quedaron en una incertidumbre para su vida y la de sus hijos. Hoy son un ejemplo de trabajo con víctimas de la violencia.
Por Alejandro Arboleda Hoyos
No querían quedarse solo como un grupo de mujeres flageladas por la violencia. Sintieron la necesidad de salir adelante, luchar por sus sueños, ponerse de nuevo en pie y no quedarse quietas sin saber para dónde ir, qué hacer o qué decirle a los hijos. Esas son las motivaciones de esta asociación.
Tras el auge del conflicto armado que azotó al municipio de Alejandría, las consecuencias fueron muchas, sobre todo para aquellas madres de familia a las que les arrebataron la vida de sus esposos. Sus hogares quedaron desintegrados y el miedo y la angustia fueron sentimientos los predominantes.
Una de las primeras iniciativas de Amuvicafa fue la reconstrucción del tejido social y el acompañamiento sicológico a todas esas mujeres que lo necesitaban, que estaban dispuestas a recibir ayuda, elaborar su duelo personal y seguir adelante.
Así comenzó todo…
Durante sus inicios hubo un acercamiento a un proyecto regional llamado
Provisame (Promotores de Vida y Salud Mental). Allí se integraron personas víctimas del conflicto en el Oriente antioqueño junto con víctimas de ciudades y pueblos como Medellín, Tierra Alta (Córdoba), Cartagena y San Pablo (Bolívar), y del departamento de Santander.
Después de una semana de capacitación, las integrantes de Amuvicafa obtuvieron conocimientos y experiencia de gran importancia para ayudar, de manera más orientada, a las mujeres de Alejandría que necesitaban apoyo sicosocial.
Al regresar al municipio efectivamente lograron empezar a transmitir lo aprendido, ayudarles a mejorar sus condiciones de vida y de esa manera hacerlas recuperar en los ámbitos emocional y social. A partir de ahí comenzó la elaboración de duelo personal para todas ellas y su comunidad.
Tras el primer trabajo realizado hubo más mujeres interesadas en participar y tratar de dejar atrás las esquirlas emocionales dejadas por la muerte. Las víctimas de Alejandría querían salir de sus casas, superar sus miedos y volver a ser de nuevo personas íntegras para la sociedad y para su municipio.
De víctimas a ciudadanas
Este fue el objetivo primordial que se trazó la asociación: emprender un trabajo constante de apoyo a las demás habitantes de la localidad. Pretendían entonces lograr que más mujeres salieran del encierro, perdieran el miedo y que se dieran una nueva oportunidad de vida. Para ello, lo primero era recuper la confianza en sí mismas.
Muchas de las acciones que se realizan con las víctimas del municipio son lideradas por la asociación. Por ejemplo, hasta el año pasado se realizó con la empresa estatal Isagen un proyecto de acompañamiento sicosocial a cien mujeres víctimas cabezas de familia, que precisamente les ayudó a superar sus dificultades.
Actualmente se tiene en pie el proyecto con la Unidad de Víctimas en el cual se realiza un acompañamiento mediante talleres para todas las mujeres que quieran participar. Allí se hace un proceso de integración y superación de sus traumas con el fin de lograr, al ritmo de cada una, hablar de sus vidas, escuchar a las demás y recuperarse emocionalmente.
A pesar del poco apoyo oficial, Amuvicafa lidera la realización de actos conmemorativos del municipio como La Semana Por la Paz, el Día de la No Violencia Contra la Mujer y el Día del Desaparecido, entre otros.
Muchas iniciativas pero poco apoyo municipal
Hoy la asociación se sostiene básicamente por lo recaudado con el alquiler de sillas, mesas y tendidos a las personas del municipio que las necesitan para sus fiestas y eventos.
A través de esta iniciativa, mediante el apoyo del Departamento de Prosperidad Social (DPS), del Gobierno Nacional, se pretende hacer un proyecto para capacitar a las 25 socias actuales y formar de manera oficial una casa de banquetes para Alejandría.
La asociación siente que a pesar de todas sus gestiones y actividades que realizan con y para las mujeres víctimas cabezas de familia, la administración municipal no les brinda el apoyo suficiente que ellas necesitan para seguir adelante con el trabajo comunitario y social que sienten tan necesario para este grupo poblacional del municipio de Alejandría.
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