El callejón de la Virgen fue escenario de las primeras muertes en la cabecera urbana. Este es el inicio de un camino veredal en el que fueron asesinadas varias personas. Se encuentra ubicado apenas a un par de cuadras del hospital y al momento del período de violencia en sus orillas habitaba un mayor número de personas de las que viven hoy.
En este punto, en lo alto de una colina de la vereda La Inmaculada, están sepultados más de 20 cadáveres de combatientes de la guerrilla y de los paramilitares. Los cuerpos quedaron regados por la zona después de un fuerte enfrentamiento entre ambos grupos que comenzó el martes 31 de julio de 2001 y que duró tres días. Este lugar fue declarado camposanto.
Suena irónico y doloroso por el nombre que tiene, pero ocurrió así: esta vía, que conduce al matadero municipal, fue el camino por el que pasaron muchas personas que instantes después serían asesinadas por los grupos armados ilegales.
La vereda La Sabina tiene el registro de al menos 6 muertos. Debido a la violencia, las bellas zonas rurales dejaron de ser visitadas por personas distintas a los habitantes tradicionales.
El río Nare, la principal arteria fluvial de la localidad, recibió cadáveres de personas que aún hoy se encuentran desaparecidas. El municipio es conocido como La Perla del Nare.
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